Las torres Mudejares en Zaragoza (II)

Siguiendo un poco la historia de la iglesia de San Pablo, la misma registra que para el año de 1259 la población que se asentó alrededor de la ermita, creció en un número considerablemente grande, razón por la cual fue constituida como parroquia por el obispo de ese entonces en Zaragoza, quien fue don Arnaldo de Peralta, quien posteriormente también le daría la titularidad de «conversión de San Pablo».

A finales del siglo XIII es cuando ocurre prácticamente un hecho de relevada importancia turística y religiosa, ya que en dicha fecha la ermita que aquí constaba, era demasiado pequeña para poder albergar la asistencia de tantos feligreses que se habían agolpado en toda la parroquia, razón por la cual se decide derrumbar a esta ermita, para empezar las obras de construcción del nuevo templo.

A pesar de que la torre se la tuvo terminada para el siglo XIV, la construcción de la iglesia en total, tuvo que llevarse prácticamente hasta fines del siglo XV.

De todo este templo, podría decirse que la iglesia de San Pablo rescata principalmente su torre mudéjar octogonal, algo que prácticamente es motivo de mucho interés turístico y religioso por parte de sus visitas, estando además el retablo mayor, así como también las riquezas que este templo guarda celosamente, siendo estas últimas las diferentes obras de tapices y orfebrería.

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