El Palacio de Sástago acoge las obras de Anglada Camarasa
Si estás por Zaragoza durante el mes de agosto, tienes una cita ineludible con el renacentista Palacio de Sástago. Las salas de este palacio perteneciente a la Diputación Provincial de Zaragoza acoge hasta el próximo 1 de septiembre la exposición ‘Anglada-Camarasa’.
Una exposición que hace un completo recorrido por la fantástica obra de este artista catalán que se posicionó entre los grandes nombres del modernismo internacional y que gozó de gran éxito tanto por los temas como por el tratamiento del color que hacía en sus pinturas.
En la muestra del Palacio de Sástago, los visitantes podrán conocer la obra de este pintor nacido en Barcelona en 1871 a través de cincuenta y nueve óleos y dibujos procedentes de varias instituciones y colecciones privadas.
Nada más acceder al Palacio, nos encontraremos con su grandioso patio renacentista, en el que podremos descubrir a modo de presentación una obra de cada una de las etapas de este polfacético artista.
En la primera de las salas de la exposición, la Sala de Arcos, se muestran las pinturas que el artista pintó durante su etapa parisina, una etapa marcada por las dificultades pero en la que participa en las más importantes exposiciones internacionales que se celebran en Europa y en las que adquiere una creciente fama.
En la siguiente sala, los organizadores de la muestran han querido que conociéramos las obras de su segunda etapa parisina, que dura hasta 1914. En 1904, Anglada Camarasa hace un viaje a Valencia, y tras volver a la capital francesa, se produce en él un cambio en temática radical, al eliminar las escenas del París nocturno para pasar a centrarse en los temas valenciano y gitano.
De esta época, dentro de la temática folclórica, podemos destacar una obra de inspiración aragonesa, Los enamorados de Jaca, una escena que creó para decorar un palacio, aunque a final el proyecto no llegó a realizarse.
Dejando atrás la segunda etapa parisina, las Salas 1-2 del Palacio de Sástago recorren las obras pintadas en la primera etapa mallorquina (1914-1936). Tras abandonar París, Anglada – Camarasa se instala en Mallorca, una tierra que le causa una profunda impresión y que le lleva a cambiar de nuevo la temática de sus obras, centrándose así en el paisaje mallorquín.
Por último, y para acabar la exposición antes de ver el audiovisual, en la Sala 3 se exponen las obras creadas durante la Guerra Civil y en los años del exilio.
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