Monumento a Fernando El Católico
Pese a ser la antigua capital del Reino de Aragón, Zaragoza no posee demasiados monumentos que recuerde a sus antiguos monarcas. Una de las raras excepciones es el monumento al rey Fernando El Católico, situado en la Plaza de San Francisco de la capital aragonesa.
El monumento fue inaugurado el 15 de octubre de 1969 en presencia de las máximas autoridades municipales y coincidiendo con la conmemoración del V Centenario del matrimonio de los Reyes Católicos. La escultura fue realizada en bronce por Juan de Ávalos en su estudio madrileño por encargo del entonces alcalde de Zaragoza Cesáreo Alierta.
Situado sobre un tremendo pedestal que domina la plaza, y con una placa en la que puede leerse ‘Zaragoza a su gran rey’, el escultor representó al rey en su plenitud, estilizado y con un rostro sereno. Sin corona y con los cabellos largos, el Rey Fernando de Aragón viste una larga túnica y el manto real, mientras que del cuello cuelga un collar en el que aparece en relieve la efigie de su esposa, la reina Isabel de Castilla.
Como símbolo de autoridad, el monarca aragonés empuña una espada en la mano izquierda, mientras que en la mano derecha lleva un rollo de pergamino, símbolo de sus conquistas espirituales y políticas.
Durante las obras de reforma de la Plaza de San Francisco con motivo de la construcción de la primera línea de tranvía de la ciudad, se rediseñó el espacio en el que se ubica el monumento, colocando sobre el pedestal de la escultura un jardín vertical, que se eleva sobre sendas láminas de agua por los dos lados el monumento.
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