De vez en cuando, nos sorprenden en la prensa reclamaciones para pedir el trasvase del Ebro en dirección a Valencia y Murcia o al área metropolitana de Barcelona. Unas reclamaciones injustas y sin fundamentos que se empeñan en situar el río Ebro en la España húmeda, cuando el Ebro sufre fuertes estiajes y periodos de sequía muy acusados.
Este año mismo, varias localidades del Pirineo tienen restricciones de agua por los problemas de suministro ante la falta de nieve el pasado invierno y la escasez de agua. Y por otro lado, y para muestra un botón de esta situación, el río Ebro lleva siete días por debajo del caudal de seguridad establecido en el Plan Hidrográfico de la Cuenca del Ebro.