Conociendo el Patio de la Infanta

La historia tan particular que nos cuenta «el patio de la infanta» es algo que también podría desconocer si asistes aún sencillo recorrido por la calle de San Jorge en Zaragoza, pues es allí justamente en donde se encuentra lo que antiguamente fue el palacio propiedad del banquero así como temen comerciantes Gabriel Zaporta, estando en su interior este precioso patio que aún guarda algo del estilo original con el que se construyó.

Este viene a ser uno de los ejemplos muy digno de seguir en cuanto a los típicos patios aragoneses y renacentistas, algo en lo cual principalmente se destaca su decoración novedosa.

La historia que cuenta este interesante patio es única en realidad, ya que el mismo al pertenecer a este palacio, existió prácticamente hasta finales del siglo XIX, esto debido a que la edificación se encontraba en completo abandono y por tanto con una falta de mantenimiento que ya no se le daba la importancia que éste tenía; sufrió además una serie de grandes incendios que colaboraron en la destrucción y deterioro de cada una de las instalaciones de este palacio, razón por la cual en el año de 1903 se tomó la triste decisión de derribarlo.

Prácticamente sólo el patio y su portada fue lo único que quedó en pie, siendo esta última que fue adquirida por parte de un anticuario francés quien la trasladó hacia su país de origen (es decir Francia) por la belleza que la misma tenía. Allí permaneció por más de 50 años, habiéndose pensado que prácticamente era imposible el regreso de estos elementos a su lugar de origen.

En el año de 1957 es que se toma la decisión por parte de Ibercaja de recuperar estos tesoros, siendo que específicamente en el año de 1980 la ciudad nos reincorpora en su edificio central, fecha desde la que Zaragoza volvió a contar con su presencia como uno de los monumentos más importantes de la ciudad.

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